Rafael Amador Figaris: Compromiso, Liderazgo y Transformación

“Del suelo me levanté… para transformar mi historia y ayudar a otros a escribir la suya.”

Hay personas que no solo enseñan, sino que inspiran; que no solo hablan, sino que escuchan; y que no solo caminan, sino que abren camino para los demás.
Así es Rafael Amador Figaris, un hombre forjado en la adversidad, sostenido por la fe y guiado por un profundo deseo de servir.

Orígenes y raíces

Nacido el 10 de enero de 1986 en el sector de Cristo Rey, Distrito Nacional, Rafael es hijo de Rafael Amador Pérez y Dayana Esperanza Figaris Martínez (fallecida).
De parte de padre es el primer nieto y primer hijo; de parte de madre, el tercero. Tiene dos hermanas y dos hermanos, y desde su niñez aprendió el valor de la familia, la fe y el esfuerzo.

Su infancia fue alegre y llena de curiosidad. Estudió en el Colegio San Miguel del Ensanche La Fe, donde mostró afinidad por las matemáticas y la educación física.
Pero a los 12 años enfrentó una pérdida devastadora: el asesinato de su madre. Esa herida marcó su vida, pero también sembró en él una fuerza interior que lo impulsó a salir adelante y convertir el dolor en propósito.

Adolescencia, caídas y aprendizajes

Apasionado del béisbol, Rafael representó al país en Panamá y Guatemala, destacándose como pitcher y líder en ponches.
Sin embargo, la búsqueda de aceptación lo llevó por un camino equivocado. A los 18 años, un error lo condujo a la cárcel de La Victoria, donde enfrentó una de las etapas más duras de su vida.

En ese lugar oscuro encontró la luz. Descubrió a Dios, retomó los estudios y culminó el bachillerato.
Su fe lo fortaleció, su carácter se templó, y comprendió que las segundas oportunidades se conquistan con determinación.
En 2008 obtuvo la libertad condicional y decidió no volver atrás jamás. Y así fue.

Renacer y superación

En 2009 inició la carrera de Ingeniería Industrial en la Universidad Organización y Métodos (O&M), graduándose en 2013 con honores Cum Laude.
El sistema le cerró puertas, pero él perseveró. Con un recurso de amparo, logró limpiar su nombre y abrirse paso en el ámbito profesional.

Trabajó en todo tipo de empleos —desde limpiar pisos hasta dirigir equipos en multinacionales—, demostrando que la dignidad está en el esfuerzo, no en el título.
En 2014 fue líder de manufactura en Medtronic, y en 2015 supervisor de producción en BBraun.
Ese mismo año inició una Maestría en Gerencia de Proyectos (UNPHU) y cursó la Habilitación Docente en UTESA, descubriendo así su verdadera vocación: la educación.

Educador, líder y transformador

Entre 2016 y 2022, Rafael se consolidó como docente, coordinador y director en la Universidad Tecnológica de Santiago (UTESA).
Impartió docencia en diplomados, licenciaturas y maestrías, inspirando a cientos de profesionales a creer en sí mismos y en su potencial.

Entre 2020 y 2024, dirigió la Regional 15 de Educación, bajo el lema “Del servicio a la calidad”.
Durante su gestión se destacó por su cercanía con las comunidades educativas y su capacidad para resolver con empatía y firmeza.
Lideró la recuperación de 9,000 m² de terrenos invadidos en la Unión Panamericana, hoy convertidos en canchas deportivas, laboratorios de informática y espacios de recreación estudiantil.

Actualmente, se desempeña como Asesor Técnico Docente de la Regional 10, con asiento en la Dirección de Infraestructura Escolar del Ministerio de Educación, donde sigue construyendo puentes entre la gestión y el servicio humano.

Fe, misión y servicio humano

Además de su labor en educación, Rafael es Coordinador de Reinserción Social de la Pastoral Penitenciaria y de las Casas del Redentor.
Desde esa misión, acompaña a personas privadas de libertad en procesos de formación, sanación y reinserción social.

Su mensaje es claro:

“La reinserción es un acto de amor, justicia y esperanza. Todos merecen una segunda oportunidad.”

Cree firmemente en el poder del perdón, la fe y la educación como motores de transformación personal y social.

Liderazgo político y comunitario

En el ámbito político, ha sido fundador del movimiento Ciudadanos por el Cambio (2017–2018) y creador del movimiento 4+ con Luis (2024).
En 2023 aspiró a regidor por el PRM, obteniendo 1,521 votos, quedando entre los ocho más votados de su circunscripción, aunque declinó su candidatura para garantizar la cuota femenina.

Su liderazgo ha sido reconocido por instituciones como el Ministerio de Educación, el Ministerio de Interior y Policía, la Alcaldía del Distrito Nacional y diversas organizaciones comunitarias e iglesias.

Rafael lidera desde el corazón, con visión, compromiso y un profundo sentido de servicio.

Familia, fe y valores

Más allá de los títulos y reconocimientos, lo que sostiene a Rafael cada día es su familia.
Es padre de cuatro hijasAmaia, Alaia, Luna y Lilieth— y comparte su vida con su compañera y amor, Laysa Vargas.
Amaia y Alaia viven en Estados Unidos junto a su madre; Luna y Lilieth viven con él y Laysa en República Dominicana.

Rafael disfruta leer la palabra de Dios, ver películas, compartir con amigos y practicar deportes como el béisbol y el baloncesto.
Es un hombre de fe, disciplina y trabajo. Cree en la gratitud, el respeto, la honestidad y el valor de servir con alegría.

Del suelo me levanté: Una historia de vida y esperanza

El testimonio de Rafael cobró vida en su libro
“Del suelo me levanté. Cómo superar obstáculos en la vida”,
una obra profundamente humana, donde narra su proceso de transformación, fe y resiliencia.

El libro ya está disponible en Amazon, y puedes adquirirlo aquí:
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Cada página de este libro es un llamado a la esperanza. Es un recordatorio de que ningún pasado define el futuro, y que siempre se puede volver a empezar cuando se cree en Dios y en uno mismo.

Reflexión final

“Del suelo me levanté” no es solo un título, sino una promesa cumplida.
Rafael Amador Figaris es la prueba viva de que los tropiezos no son el final, sino el inicio de un nuevo camino.
Su vida es un testimonio de fe, trabajo, transformación y amor por la gente.

Hoy, su mensaje sigue siendo el mismo que lo levantó un día entre muros y sombras:

“Siempre hay una segunda oportunidad… si decides creer.”